Los 3 descubrimientos en biotecnología de 2024 que han sido posibles gracias a la Inteligencia Artificial

Las aplicaciones de la Inteligencia Artificial van mucho más allá de generar textos e imágenes. Su verdadera potencia reside en su capacidad de analizar una ingente cantidad de datos y tratar de extraer conclusiones a partir de los mismos. En el uso cotidiano de la IA, los datos son los miles de millones de imágenes y de textos que alimentan la caja oscura para que, al escribir “créame una imagen realista de un gato naranja en la nieve” podamos disfrutar de ella tras unos pocos segundos. 

Pero desperdiciar los recursos y las capacidades de este tipo de tecnología en fotografías que podríamos recrear mediante otros medios está muy lejos de los usos de la IA más interesantes, y 2024 ha sido una buena muestra de ello. Este año ha habido avances científicos en incontables campos que van desde la biología molecular hasta la neurociencia que solo han sido posibles gracias al poder del machine learning y la IA. Te contamos los más notables. 

 

El cerebro y conectoma de una mosca de la fruta adulta 

El salto parecía imposible. En 2023 copaba las portadas de las noticias científicas de todos los medios la increíble hazaña científica de conseguir establecer todas las conexiones de las poco más de 3000 neuronas de la larva de una mosca. El trabajo mostraba los esfuerzos de un equipo durante 12 años, y se esperaba que este récord se mantuviese durante al menos 5 años. Sin embargo, la sorpresa tuvo lugar en octubre de 2024, cuando otro equipo internacional anunció que había conseguido mapear las 140.000 neuronas y más de 50 millones de conexiones del cerebro de una mosca de la fruta adulta. 

Gracias a esas neuronas y sus conexiones la mosca puede moverse, volar, alimentarse e incluso cortejar a la hembra. Es decir, es lo que hace que la mosca sea una mosca. El completísimo Atlas creado por FlyWire Consortium permite predecir la actividad neuronal y parte de sus consecuencias. Por tanto, conociendo los estímulos pueden “saber” qué va a hacer la mosca. 

Pero el fin último no es comprender las moscas; los investigadores esperan extrapolar gran parte de los descubrimientos a los cerebros humanos. Ya que moscas y humanos comparten tanto circuitos, como enfermedades neuronales, este descubrimiento supone una gran esperanza para personas que sufren Alzheimer, así como otros tipos de demencia. 

Sin el apoyo de la Inteligencia Artificial para analizar la enorme cantidad de datos habría sido imposible producir este avance, ya que habría requerido de décadas de trabajo. Sin embargo, al “enseñar” a una IA a seguir las neuronas y reconstruirlas en 3D a partir de imágenes de tomografías, han podido recrear el rompecabezas ahorrando tiempo y recursos. 

Todas las proteínas y sus interacciones, la auténtica barbaridad de AlphaFold3 

La historia de AlphaFold es, cuanto menos, curiosa. En 2018, cientos de equipos formados por los mejores investigadores de todo el mundo se juntaban para realizar una competición. Al igual que con los deportes, fomentar la competencia sana entre los equipos de investigación es una forma de atacar de formas distintas un mismo problema y, de este modo, encontrar soluciones novedosas. En el fútbol, los equipos crean jugadas para introducir el balón en la portería contraria, en deportes de motor, crean sistemas más eficientes para extraer hasta la última gota de energía del combustible, pero aquí el objetivo era muy distinto. Los equipos competían para averiguar cómo se pliegan las proteínas de que forman a los seres vivos, una cuestión que puede parecer menos llamativa, pero es mucho más interesante.

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