Kamel Daoud , el escritor maldito de Argelia: «No quiero que mi amenaza de muerte sea el centro de mi vida»

Kamel Daoud (Mesra, Argelia, 1970) viste una americana azul con chaleco y calza unas Nike blancas: también es así cuando habla. En 2014, un imán salafista pidió su ejecución pública. Hace un año y medio, después de demasiadas cosas, se exilió en Francia: hoy es un escritor prohibido en su país, al que no puede volver. «Lo que echo de menos de Argelia es mi pueblo, mi limonero, mi casa, mi madre, el Mediterráneo, el sol. Echo de menos eso, también el derecho a echarme la siesta: en París no existe», dice, sonrisa mediante.Daoud acaba de publicar en España ' Huríes ' (Cabaret Voltaire), la novela con la que ganó el último premio Goncourt, el más prestigioso del mundo francófono, que lo ha envuelto en una gran polémica mediática y hasta judicial. Es una historia sobre la guerra civil de Argelia (1991-2002), en la que murieron doscientas mil personas y sobre la que apenas hay literatura nacional: está prohibido bajo pena de cárcel. Cada vez que habla, las redes sociales se llenan de mensajes en su contra. A la vez, una mujer, paciente de su esposa, psiquiatra, lo ha denunciado en Francia por haberse apropiado de su historia sin su consentimiento para el libro. Él sostiene que son maniobras del régimen argelino para desprestigiarlo.—¿Recuerda en qué momento se sentó a escribir esta historia?—Algo se abrió y no paré de escribir durante seis meses. Durante ese tiempo no podía parar de escribir, había algo que brotaba de mí, una tensión, algo que había estado enterrado durante mucho tiempo, y que necesitaba sacar fuera. Algunos capítulos los escribí llorando. Recuerdo estar en un bar escribiendo y llorando y la gente mirándome. Pero no podía parar de escribir. Era casi una terapia. Nunca me había ocurrido algo así. Fue poner la palabra fin y sentirme feliz, como si hubiera saldado cuentas con mi memoria, como si estuviera ayudando a hacer memoria. Estaba subestimando la reacción del régimen argelino. —Empieza la novela citando el artículo 46 de la 'Carta por la paz y la reconciliación nacional de Argelia': «Será castigada con prisión de tres a cinco años toda persona que, mediante declaraciones, escritos o cualquier otro acto, utilice o instrumentalice heridas de la tragedia nacional para socavar las instituciones».—Este es un libro escrito contra el silencio, contra esas personas que cometieron crímenes y quieren instaurar el olvido sin pedir perdón. En Argelia solamente se habla de una guerra, que es la guerra de la descolonización. Y eso es un desprecio a los doscientos mil muertos de la guerra civil. Es como si en España alguien hubiera dicho en los años ochenta: ahora ya no podéis hablar del franquismo, y el que hable estará condenado a cinco años de cárcel. «Para ser escritor hay que ser libre, y es muy difícil ser libre en Argelia. Es un régimen de terror»—El libro está prohibido en Argelia.—La novela ha sido prohibida, Gallimard [su editorial en Francia] ha sido prohibida, yo también he sido prohibido. El día en que se falló el Goncourt, los medios argelinos habían recibido la consigna de no hablar del premio. Mi nombre estaba en los periódicos de todo el mundo, salvo en Argelia. Fue muy extraño, era como ser un fantasma. Fue una situación muy grosera, violenta. Esto no ocurre en otros países. Gaël Faye escribió sobre la guerra civil de Ruanda y eso no ha provocado ningún problema, porque Ruanda está realizando un trabajo de memoria. Pero en Argelia se niegan a realizar este trabajo y atacan a las personas que lo hacen. —¿Solo podía escribir una novela así desde el exilio? —Sí, sin duda. Para ser escritor hay que ser libre, y es muy difícil ser libre en Argelia. Se paga demasiado caro, por eso tantas personas se marchan. Ha habido muchos emigrantes que salían de Argelia, eran emigrantes jóvenes. Pero ahora son la clase media, los escritores, los editores quienes se están yendo. Argelia es un régimen de terror. Yo sabía que no podía escribir este libro en Argelia. Incluso habiéndolo escrito en Francia tengo problemas.—¿Qué clase de problemas? —Ataques a mi familia a través de las redes sociales, a través de los medios de comunicación, a través de la justicia. Tengo problemas con mi seguridad, con mi credibilidad. Cada vez que concedo una entrevista en un medio extranjero, hay hordas de trolls que me atacan para desacreditarme. No soy el único: sé que son métodos que utilizan mucho los regímenes autoritarios actualmente. Vivimos con eso. «Cada vez que concedo una entrevista en un medio extranjero, hay hordas de trolls que me atacan para desacreditarme»—Saâda Arbane, una mujer argelina, le ha denunciado en Francia. Le acusa de que usted se apropió de su historia personal sin su consentimiento para escribir 'Huríes'. Ella era paciente de su mujer, psiquiatra. —En general ya no respondo a esta pregunta, porque es agotadora. Soy un novelista que se inspira en la realidad. No daño a las... https://www.abc.es/cultura/libros/kamel-daoud-escritor-maldito-argelia-quiero-amenaza-20250329043605-nt.html

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