La NASA está lanzando cohetes contra unas "misteriosas estructuras nubosas"

Desde el 13 de junio y por las siguientes tres semanas, la NASA ha iniciado desde una remota isla del Pacífico la misión “Sporadic-E ElectroDynamics” (por sus siglas, SEED) que consiste en el lanzamiento de cohetes para estudiar unas misteriosas estructuras nubosas.

Presentes entre los 60 y los 1.000 kilómetros sobre el nivel del mar, estas intrigantes formaciones de la ionosfera se las conoce como “capas de Esporádicas-E”. El principal motivo de estudio es que con su presencia provocan problemas en comunicaciones de radio críticas. Por ejemplo, pueden generar que los controladores aéreos recojan señales de regiones equívocas o con interferencias.

Un escenario imprevisto en la ionosfera

La dificultad para anticipar la presencia de estas capas radica en que se desplazan y se disipan de forma constante por la ionosfera. Son imperceptibles a la vista y únicamente se detectan con radares, como implementan los operadores militares.

“En las gráficas de radar, algunas capas aparecen como nubes irregulares y esponjosas, mientras que otras se extienden como un cielo cubierto”, explicó Aroh Barjatya, investigador principal de SEED e ingeniero físico en Embry-Riddle Aeronautical University en Florida.

Hasta el momento, los científicos tenían conocimiento sobre la formación de las “capas de Esporádicas-E” en latitudes medias, pero no así cuando suceden cerca del ecuador. Por eso, han escogido el atolón de Kwajalein, que forma parte de las Islas Marshall y está a aproximadamente 870 kilómetros de la línea divisoria. Este pequeño espacio de playas paradisíacas tiene una historia militar de antaño, incluido un rol clave durante la Segunda Guerra Mundial. Está ubicado a más de 7 mil kilómetros del continente de Estados Unidos y a poco menos de 4.000 kilómetros de Filipinas, Japón y Australia.

La misión permitirá estudiar desde el interior las condiciones de las “capas de Esporádicas-E”. Se realizará mediante cohetes sonda, unas naves no tripuladas que transportan instrumentos científicos y se utilizan para diferentes observaciones astronómicas.

La misión de la NASA a la ionosfera

Durante el ascenso, el cohete dejará rastros de vapor de colores que desde tierra permitirán medir los patrones de viento en tres dimensiones. Luego, liberará cuatro subcargas de medición que transmiten en directo a tierra diferentes factores, como la densidad de partículas o la intensidad del campo magnético. El segundo cohete se lanzará días después para recopilar datos adicionales en condiciones presuntamente diferentes.

“Las ‘capas Esporádicas-E’ forman parte de un sistema físico mucho más grande y complejo que aloja activos espaciales de los que dependemos a diario. Este lanzamiento nos acerca a comprender otra pieza clave de la interfaz de la Tierra con el espacio”, explicó Barjatya.

La ionosfera es una parte de la termósfera (una de las cinco capas de la atomósfera terrestre, la que está situada de 85 a 600 kilómetros a nivel del mar), que aloja las partículas cargadas, conocidas como iones. Muchas de estas provienen de meteoritos, que se queman en la atmósfera y dejan restos de metales pesados. También aquí es donde suceden las auroras boreales y orbita la Estación Espacial Internacional. Desde 1959, la NASA ha realizado diferentes misiones a la ionosfera, con el objetivo de estudiar diferentes fenómenos espaciales que, muchos de ellos, tienen un impacto en la vida diaria.

En esta ocasión, se trata de las misteriosas “capas de Esporádicas-E”, un impredecible suceso capaz de alterar las comunicaciones de radio. En algunas semanas, sabremos el resultado.

https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/nasa-esta-atacando-cohetes-a-unas-misteriosas-estructuras-nubosas-remota-isla-pacifico_25288

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